Del poderoso encanto de las egipcias se han hecho lenguas hombres y mujeres de todas las épocas, lugares y condiciones.
Los primeros griegos que visitaron el Valle del Nilo quedaron asombrados ante la independencia de sus mujeres y aún hoy día siguen cautivándonos su dignidad, su inteligencia, su misteriosa y fascinante belleza... Christian Jacq descubre en esta obra el secreto de tanta maravilla, una clave que guarda relación con el importante papel que la civilización faraónica reservó a las mujeres en el seno de su sociedad. 
Enigma y dignidad, belleza y sabiduría, magia y fascinación... Es difícil explicar en qué cifra el sublime rostro de Nefertiti su inmenso poder para cautivar a tantas generaciones de hombres y mu¬jeres a través de la historia. Se diría que el artista que lo modeló puso en él todo el respeto que su civilización profesaba a la mujer; una veneración que no impidió un trato igualitario y sí hizo posible un notable florecimiento de la cultura.
Esa igualdad entre sexos fue acaso el índice más significativo del grado de civilización alcanzado por el pueblo que construyó las pirámides. En esa cultura de valores amplios, las egipcias desarrollaron las más diversas funciones con pleno derecho, en todos los ámbitos de la organización social. Christian Jacq traza el retrato de aquellas mujeres, grandes reinas unas, como Cleopatra o Hatseptut, otras sacerdotisas, visires, guardianas de los textos sagrados o jefas de obras, y aún otras comerciantes, prostitutas, peluqueras, bailarinas o simplemente amas de casa, pero siempre desempeñando su labor con una independencia que en ningún país, ni siquiera en el Occidente avanzado socialmente, se ha igualado hasta este siglo.
La galería de retratos femeninos que constituye esta obra sirve a su autor para darnos una visión nueva y sorprendente del mundo del Antiguo Egipto, uno de cuyos valores esenciales fue el papel de la mujer. Con prosa amena y enorme erudición, el novelista y egiptólogo Christian Jacq ha pintado en mil y un detalles la vida pública y la privada, entre bambalinas, de la fascinante civilización faraónica.